Tu peor enemigo no te puede dañar tanto como tus propios
pensamientos…”
Buda
¿Te has puesto a pensar que la mente se puede convertir en uno de tus
peores enemigos? No sólo por las pesadillas que recrea después de leer
alguna novela de terror o ver una película de suspenso, su poder va más allá,
desde lograr que alcancemos una meta que parecía imposible, hasta arruinar
los planes (de cualquier índole) que teníamos.
Hay una frase que dice que somos nuestros pensamientos, refiriéndose justamente
a que, todo aquello que creemos, queremos y atraemos con la mente es lo que se
materializa.
La
relación existente entre la psique (mente) y el cuerpo (soma) son las causantes
de lo que conocemos como “enfermedades psicosomáticas”, las cuales pueden
convertirse en una verdadera pesadilla.
Aunque
parezca insignificante, el 25 % de
las molestias físicas que tenemos se deben a causas psicológicas,
es por eso que la buena relación entre
mente y cuerpo es de mucha importancia para el bienestar de todas las
personas.
Generalmente
los síntomas que se manifiestan en nuestro cuerpo cuando existe alguna
enfermedad pueden ser explicados y atendidos por un médico que nos indica lo
que debemos hacer para tener una pronta recuperación; sin embargo, cuando ésta
es psicosomática, los síntomas no pueden ser explicados por ningún experto,
haciendo más difícil que el paciente vuelva a sentirse mejor.
Es
por eso que controlar nuestras emociones
y pensamientos es de suma importancia, ya que en muchas ocasiones (más de
los que creemos) nuestras molestias
corporales son muestra de algo que ocupa nuestra mente. Por ejemplo,
los daños físicos como caída del cabello
y úlceras son ocasionadas principalmente por el estrés y la depresión.
El
ritmo al que vivimos en la actualidad, aunado a las presiones sociales y
laborales, además de las responsabilidades que tenemos en la cotidianidad,
causan que descuidemos un aspecto realmente importante: el interior, que está
directamente conectado con la mente y su bienestar, por lo tanto, con el resto
de nuestro ser.
Existen siete enfermedades psicosomáticas que cada día van en aumento, debido a
lo que anteriormente hemos enunciado. Si has tenido algunos malestares pero en
realidad no sabes bien a qué se debe porque el médico te dice que no tienes
“nada”
Dolor de
cabeza
Causado por
el estrés, depresión o ansiedad, estos dolores llegan a convertirse en un
problema de salud común en todo el mundo. La tensión y dolor en los hombros, el
cuello y la cabeza es una consecuencia del ajetreo diario por todas las
actividades que realizamos, pero que puede disminuir e incluso desaparecer si
tomamos las medidas necesarias para calmarnos y respirar un poco.
Infarto
El poco
control que tenemos sobre nuestras emociones también es un problema común
en todos los seres humanos, especialmente cuando se trata de la ira, a la
que la mayoría estamos expuestos y puede, incluso, causar un infarto. Cuando
nos enojamos en demasía, nuestro cuerpo genera grasa que está dispuesta a
quemarse en una actividad física, de no ser así el corazón podría sufrir graves
consecuencias.
Dolor abdominal crónico
Este tipo de
dolor también es causado por el mal manejo de nuestras emociones. A
pesar que en la mayoría de los casos esta molestia es originada por la mala
alimentación que en ocasiones llevamos, el enojo y la tristeza también son un
punto clave para sentir “un hoyo en el estomago”.
Fibromialgia
La
hipersensibilidad o dolor crónico muscular en todo el cuerpo, viene acompañada
de síntomas como dificultad para dormir, dolor de cabeza, hormigueo en las
piernas y en los pies, falta de concentración y, sobre todo, dolor cuando
presionan algún músculo. Generalmente este padecimiento es causado por una
carga extrema de estrés o por algún evento traumático.
Fatiga crónica
La falta de
energía suele ser muy abrumadora para la vida diaria. Si has sentido que
ni durmiendo 12 horas has descansado bien, es probable que tengas esta
enfermedad. Así como en otros padecimientos psicosomáticos, la fatiga
crónica también es provocada por el mal manejo emocional, pues al estar a la
defensiva todo el tiempo y el no permitirnos ser vulnerables nos puede agotar,
así como llevar el estrés laboral o personal todo el tiempo presente en la
mente.
Úlceras
El horror del
estrés llega nuevamente con esta molestia. Lo que comienza como una gastritis
común y corriente puede convertirse en una peritonitis aguda que es capaz de llevarnos a la muerte. La ansiedad y el
estilo de vida que llevamos actualmente, además de los malos hábitos
alimenticios que llevamos, son algunas de las causas de estas pequeñas lesiones
en la mucosa de nuestro aparato digestivo.
Afecciones inmunitarias
Cuando
padecemos un cuadro de ansiedad, estrés o depresión, nuestras defensas tienden
a bajar, provocando que nos enfermemos más, teniendo
malestares innecesarios en nuestra vida, es por eso que la relajación, el ejercicio y aprender a
respirar son actividades muy importantes para nuestra salud.
Normalmente
no le damos importancia al poder que nuestra mente tiene, creemos que nuestro cerebro sirve sólo para
llevar a cabo las actividades del trabajo o de la escuela, pero no ponemos
atención ni le damos el valor que merece.
Veámoslo
así: nuestra mente es nuestro hogar,
en él viven no sólo nuestros sueños y recuerdos, también nuestro presente y
aunque no lo creamos, cada palabra y pensamiento que pasa por él tiene gran
repercusión a nivel físico, anímico y
sentimental.
Cuida
tu mente, a ninguno de nosotros nos gusta tener una casa sucia en la cual no se
pueda descansar.
Os
animo a que seáis mas conscientes de vuestros pensamientos, dado que tiene repercusión
a vuestro cuerpo que es vuestro Templo.