Yo he decidido que quiero sentir y que los niveles que el ser humano tiene me gustaría explorarlos, como el físico, mental, emocional, energético y espiritual. Vamos demasiado deprisa para apreciarlos.
Lo que hoy dices o haces, el camino que escoges para ir al trabajo, la comida que has elegido para cenar, la manera en la que hablas a determinada persona, es la simiente para el cambio, un cambio que se va gestando poco a poco, sin que nos demos cuenta y que un día de golpe nos salta a la cara.
Como el bambú que tarda años en echar raíces fuertes y de repente un día sale de la tierra para crecer hacia el sol. Creemos que nada va a cambiar que todo seguirá siempre como en ese momento es nuestra vida y sin darnos cuenta lo frágiles que podemos llegar a ser.
Vivimos distraídos por el ruido exterior hasta que algo nos hace mirar hacia dentro y entonces empezamos a buscar algo que nos ayude a entender que ha ocurrido porque nuestro mundo se ha tambaleado y medio destruido.
Se dice que las dos únicas maneras que el hombre aprende es a través del dolor o del amor, ambos nos traen lecciones valiosas y potentes que se quedan grabadas para siempre.
Me gustaría compartir con vosotros este poema de Reiki Johnny De´Carli
Poema, " El viento sobre las hojas de otoño"
" Se necesitan muchos días y muchas noches para perfeccionar el color de las hojas del arce, pero una leve ráfaga de viento basta para llevárselas"
El viento sobre las hojas de otoño se refiriere a las consecuencias en nuestras vidas de los actos irreflexivos. En la primera parte metafóricamente dice: " se necesita mucho tiempo y dedicación para construir una cosa solida y buena en la vida, ( las hojas del arce, árbol típico de Japón )
"pero basta una leve ráfaga de viento para llevárselas", refiriéndose a que "en un acto inconsciente rápidamente podemos provocar que todo se pierda"
Las estaciones del año representan los cambios. En Japón con la llegada del otoño, el paisaje adquiere el maravilloso y bello color rojo de las hojas del arce, este color que me fascina que da fuerza.
El viento se contempla como un misterio, sopla por donde quiera, no se sabe de dónde viene ni hacia donde va, no se ve pero se siente y realmente es lo que queda el sentir. Simboliza el cambio la perturbación, turbulencias o situaciones desagradables de nuestra vida.
Realmente el mensaje de este poema es que para construir algo sólido en la vida se necesita tiempo de dedicación. Es preciso tener cautela y si no somos cuidadosos, podemos, en un acto impensado destruir en un instante algo que hemos construido.
Por lo tanto debemos tener cuidado y estar atento porque para llegar a la madurez se necesita tiempo y es fácil distraerse con los ruidos.
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