jueves, 21 de enero de 2016

MY SWEET HEART


Nuestro hogar se impregna de ti, es puro amor sincero el que siento hacia ti. Solo con mirarte y escucharte vibro, veo luz, siento ilusión y vuelo alto sintiendo tu alegría, tus ganas de aprender, de explorar, de experimentar, de vivir. Eres mi luz, mi tesoro, la persona más importante de mi vida.

Cuando llegaste a mi vida todo cambió. Tenerte cerca ha sido el premio mayor que la vida me ha dado. No hay un momento del día en que no piense en ti, en que dé gracias al universo por tener la posibilidad de decir que ser tu mamá me ha llenado de cosas buenas, una montaña rusa de emociones que me hacen sentir amor en cada poro de mi cuerpo. Tú me has enseñado a amar de una manera pura, sana de corazón.

Esta mañana al despertarte  con ese abrazo intenso y amoroso era asombroso verte sonreír tan temprano con dicha alegría que transmites e ilusión de una manera transparente y clara.

Siento una gran energía mágica, viva que recorre mi cuerpo con solo mirarte. Sentir amor es uno de los regalos más maravillosos que nos da la vida. Una mezcla entre instinto, alma, mente y corazón, que hacen que cuando te miro a los ojos, lo único que quiera es protegerte y darte lo mejor que puedo dar.

Quiero educarte desde el corazón y con libertad, que seas capaz de alcanzar todo aquello que tú sientas, que te propongas, sin hacer mal uso de ello porque realmente aquello que de verdad queremos requiere paciencia, concentración, esfuerzo y para ello no se debe de buscar el camino más fácil, sino el correcto.

Quisiera poder regalarte todo lo bueno de este mundo, pero también sé que la vida está llena de sucesos de los que yo no podré protegerte, pero tienes que saber que al final del día, todo estará bien. Las lágrimas son parte del camino que tienes que vivir para seguir creciendo y yo quiero verte crecer en toda tu dimensión y poder darte las herramientas suficientes para cuando tropieces que te levantes con fuerza a seguir tu camino.

Estoy aquí para ti, para quererte, para poner mi hombro cuando quieras llorar, para darte un abrazo, para escuchar tus alegrías y tus tristezas, para tratar de aconsejarte y guiarte, como siempre te digo soy tu maestra de vida.

Solo espero haberte criado bien y pensar que lo darás todo por seguir tus ideales, por contribuir en esta vida que te ha visto crecer. A saber agradecer con humildad las cosas buenas que te pasan, a mantenerte siempre creativa y resolutiva como tú eres,  a tratar de alcanzar todos tus objetivos, a pensar siempre en que existe otra persona a la que le afectan tus acciones y a superar con fuerza las adversidades.

Como yo siempre te digo y espero que sea tu mantra de vida “vive tu momento presente” disfruta de lo que tienes ahora, no sabemos que nos prepara el futuro, pero yo siempre seguiré siendo tu madre, sintiendo lo mismo por ti desde el día en que te pusieron en mis brazos, y te acompañaré desde donde quiera que esté.

I love you my dear daughter. xxxxxxxxxx



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