En esta noche de entrega estás tú,
con la boca del deseo más terrible que he sentido por alguien,
un deseo casi brutal que no me deja dormir,
que me impide pensar.
Me permito disfrutar tus caricias
terminando rendida durmiendo en tus brazos.
Tu mirada me fascinó desde el principio,
tu musical forma de moverte para encontrarme y me atrapaste.
Aún puedo saborear el sabor de tu boca,
aún me mareo de placer al recordar nuestra explosión.
Tus besos impregnados en mi piel
que me excitan al oler su sabor a miel
Húmeda es la tierra que
me recuerda tus labios,
tu forma de acercarte a
mí,
de rozar tu cuerpo con
el mío,
me hipnotizas y
despiertas lo más salvaje
de la mujer que llevo
dentro.
Me gusta que me veas más
allá de lo que tus ojos ven,
que nuestras almas
bailen, que vibren.
Disfrutando nuestro
momento,
nos fusionamos cada día,
cada momento,
cada instante y al
vernos es como
una lluvia de estrellas
sin principio o final.
Has abierto la puerta
a mi alma encarcelada,
yo he abierto la tuya.
Somos los amos de nuestras puertas
Solo nosotros tenemos la llave
Somos los amos de nuestras puertas
Solo nosotros tenemos la llave
Es nuestro destino,
juntos seguir aprendido
Eres mi reflejo y yo el
tuyo
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