jueves, 30 de julio de 2015

MARAVILLOSO DAR SIN ESPERAR


Hace tiempo me contaron esta historia que quizás ya conocéis pero me apetece compartirla con vosotros.

A un hombre se le concedió en un momento de su vida la oportunidad extraordinaria de visitar el cielo y el infierno.

 
Primero fue al infierno y vio una infinidad de personas sentadas ante unas largas mesas repletas de comida deliciosa. Pero todas parecían hambrientas, estaban flacas y lloraban. En seguida comprendió porque: las cucharas y los tenedores eran más largos que sus brazos y no podían llevarse la comida

Luego fue al cielo y encontró la misma situación: gente sentada ante unas mesas llenas de buena comida y con los mismos cubiertos, más largos que sus brazos. Pero, en este caso, todos estaban alegres y bien alimentados. No intentaban alimentarse a sí mismos: se alimentaban los unos a los otros.


En esta historia, también: las personas del cielo no solo se dan de comer unas a otras sino que, además, se dan y reciben amor. Esa imagen refleja perfectamente  que la relación es reciproca, en la que cada uno respeta a los demás, se preocupa por ellos y recibe, a su vez, el mismo trato.


Hay algo más maravilloso que dar sin esperar? Y recibir?

Dar y Recibir. Hablamos de cariño, apoyo, ayuda, confianza, respeto, sinceridad y honestidad. Cualidades que van dando forma al vínculo entre la relaciones.

Dar sin esperar nada a cambio, aprender a recibir es igualmente necesario para la armonía de la relación

DAR, RECIBIR son verbos que adoro en mi mundo también hay que saber PEDIR cuando uno lo siente y verdaderamente es muy sano para nuestro organismo psíquico, físico, emocional y espiritual.

Os animo a que invitéis a estos verbos a vuestro vocabulario del día a día y que empecéis a familiarizaros con ellos mediante la práctica.

MOMENTO también es importante añadirlo a vuestro vocabulario, porque CADA DIA ES TU MOMENTO

 

 

 

 





 

 

 

 

 

 

 



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