lunes, 22 de febrero de 2016

MI CUERPO EN LIBERTAD


Mi color, el rojo que significa la pasión de la vida de una mujer y tener claro tener un sentido del yo te da libertad para seguir tu camino. Para mí lo más importante no es cómo formar sino cómo sentir.

Cuando busques una guía, no prestes jamás atención a los pusilánimes o mejor dicho a los cobardes, sé amable con ellos, pero no sigas sus consejos.

Una mujer no puede conseguir que la cultura adquiera más conciencia diciéndole:

"Cambia." Pero puede cambiar su propia actitud hacia sí misma y hacer que las proyecciones despectivas le resbalen.

Experimentar un profundo placer en un mundo lleno de muchas clases de belleza es una alegría de la vida, a la cual todas las mujeres tienen derecho. A probar sólo una clase de belleza equivale en cierto modo a no prestar atención a la naturaleza, ni si quiera a lo que hay a nuestro alrededor. No puede haber un solo canto de pájaro, una sola clase de pino, una sola clase de música. No puede haber una sola clase de niño, de hombre o de mujer. No puede haber una sola clase de pecho, de cintura o de piel.

Si alguna vez te han llamado insolente, incorregible, descarada, astuta, revolucionaria, rebelde, vas por buen camino, esa es la mujer que no es sumisa.

Lástima me dan las mujeres que están sometidas a las órdenes de sus maridos, parejas o que ellas creen ser libres cuando están encadenadas a las ofrendas de sus esposos, lástima de esas mujeres que renuncia a la libertad.

Que importante es darse cuenta de cuando alguien te ofende el espíritu y cortan la relación con tu alma salvaje, detectar ese modelo psicológico y rechazarlo es muy importante para una salud mental, pues cuando no lo haces surgen los problemas en tu piel, en tu cabello, en tus uñas, en todo tu cuerpo como revelación a tu insatisfacción de renuncia a la libertad

El cuerpo utiliza la piel, y la carne para registrar todo lo que ocurre a su alrededor. Para quienes saben leerlo, el cuerpo es, como la piedra de Rosetta, un registro viviente de la vida entregada, la vida arrebatada, la vida esperada y la vida sanada. Se valora por su capacidad de reacción inmediata, su profunda sensibilidad y su previsión.

En los cuerpos no hay ningún "tiene que ser". Lo importante no es el tamaño, la forma o los años y ni siquiera el hecho de tener un par de cada cosa, pues algunos no lo tienen. Lo importante desde el punto de vista salvaje es si el cuerpo siente, si tiene una buena conexión con el placer, con el corazón, con el alma.

Que les pasa a esas mujeres que dice tener piel muy irritada?, ronchones en la piel, o que pierden su cabello? Su cuerpo les está diciendo BASTA! No quiero seguir aquí pero la mujer insiste en permanecer porque está llena de miedo y ese miedo no la hace ver que se está destruyendo ella sola porque ella es su dueña y decide donde quiere estar y con quien quiere estar.

El cuerpo habla a través de su diminuta y constante danza, a veces balanceándose, otras moviéndose con nerviosismo y otras con temblores. El cuerpo recuerda, los huesos recuerdan, las articulaciones recuerdan y hasta el dedo meñique recuerda. El recuerdo se aloja en las imágenes y en las sensaciones de las células.

El cuerpo es un ser multilingüe. Habla a través de su color y su temperatura, el ardor del reconocimiento, el resplandor del amor, la ceniza del dolor, el calor de la excitación, la frialdad, la desconfianza. El espíritu que se oculta detrás del encanto y la pasión como sí se trata de la belleza, el arte, la danza o la vida.

Hace poco pude ver bailar a una chica sorprendente y me pareció tan hermosa su expresión cuando bailaba, llena de vida. Su gracia era conmovedora. Siempre me había fascinado la expresión "fuego en las ingles", pero aquella noche lo vi. Vi el poder de sus caderas.

Vi lo que me habían enseñado a ignorar, el poder del cuerpo de una mujer cuando está animado por dentro.

Entonces vi por segunda vez lo que me habían enseñado a ignorar, el poder que hay en el cuerpo.

El poder cultural del cuerpo es su belleza, pero el poder que hay en el cuerpo es algo extremadamente insólito, pues casi todas las personas lo han alejado de sí con las torturas a que someten la carne o con la vergüenza que ésta les produce.

Para algunas mujeres el aire, la noche, la luz del sol y los árboles son unas necesidades imprescindibles.

Otras sólo se pueden saciar con las palabras, el papel y los libros. Para otras, el color, la forma, la sombra y la arcilla son necesidades absolutas.

Algunas mujeres tienen que saltar, inclinarse y correr, pues sus almas ansían bailar. Otras sólo ansían la paz.


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