Mi color, el rojo que significa la pasión de la vida de una mujer y
tener claro tener un sentido del yo te da libertad para seguir tu camino. Para mí
lo más importante no es cómo formar sino cómo sentir.
Cuando busques una guía, no prestes jamás atención a los pusilánimes o
mejor dicho a los cobardes, sé amable con ellos, pero no sigas sus consejos.
Una mujer no puede conseguir que la cultura adquiera más conciencia
diciéndole:
"Cambia." Pero puede cambiar su propia actitud hacia sí misma
y hacer que las proyecciones despectivas le resbalen.
Experimentar un profundo placer en un mundo lleno de muchas clases de
belleza es una alegría de la vida, a la cual todas las mujeres tienen derecho.
A probar sólo una clase de belleza equivale en cierto modo a no prestar
atención a la naturaleza, ni si quiera a lo que hay a nuestro alrededor. No
puede haber un solo canto de pájaro, una sola clase de pino, una sola clase de
música. No puede haber una sola clase de niño, de hombre o de mujer. No puede
haber una sola clase de pecho, de cintura o de piel.
Si alguna vez te han llamado insolente, incorregible, descarada, astuta,
revolucionaria, rebelde, vas por buen camino, esa es la mujer que no es sumisa.
Lástima me dan las mujeres que están sometidas a las órdenes de sus
maridos, parejas o que ellas creen ser libres cuando están encadenadas a las
ofrendas de sus esposos, lástima de esas mujeres que renuncia a la libertad.
Que importante es darse cuenta de cuando alguien te ofende el espíritu y
cortan la relación con tu alma salvaje, detectar ese modelo psicológico y
rechazarlo es muy importante para una salud mental, pues cuando no lo haces
surgen los problemas en tu piel, en tu cabello, en tus uñas, en todo tu cuerpo
como revelación a tu insatisfacción de renuncia a la libertad
El cuerpo utiliza la piel, y la carne para registrar todo lo que ocurre
a su alrededor. Para quienes saben leerlo, el cuerpo es, como la piedra de
Rosetta, un registro viviente de la vida entregada, la vida arrebatada, la vida
esperada y la vida sanada. Se valora por su capacidad de reacción inmediata, su
profunda sensibilidad y su previsión.
En los cuerpos no hay ningún "tiene que ser". Lo importante no
es el tamaño, la forma o los años y ni siquiera el hecho de tener un par de
cada cosa, pues algunos no lo tienen. Lo importante desde el punto de vista
salvaje es si el cuerpo siente, si tiene una buena conexión con el placer, con
el corazón, con el alma.
Que les pasa a esas mujeres que dice tener piel muy irritada?, ronchones
en la piel, o que pierden su cabello? Su cuerpo les está diciendo BASTA! No
quiero seguir aquí pero la mujer insiste en permanecer porque está llena de
miedo y ese miedo no la hace ver que se está destruyendo ella sola porque ella
es su dueña y decide donde quiere estar y con quien quiere estar.
El cuerpo habla a través de su diminuta y constante danza, a veces
balanceándose, otras moviéndose con nerviosismo y otras con temblores. El
cuerpo recuerda, los huesos recuerdan, las articulaciones recuerdan y hasta el
dedo meñique recuerda. El recuerdo se aloja en las imágenes y en las
sensaciones de las células.
El cuerpo es un ser multilingüe. Habla a través de su color y su
temperatura, el ardor del reconocimiento, el resplandor del amor, la ceniza del
dolor, el calor de la excitación, la frialdad, la desconfianza. El espíritu que
se oculta detrás del encanto y la pasión como sí se trata de la belleza, el
arte, la danza o la vida.
Hace poco pude ver bailar a una chica sorprendente y me pareció tan
hermosa su expresión cuando bailaba, llena de vida. Su gracia era conmovedora.
Siempre me había fascinado la expresión "fuego en las ingles", pero
aquella noche lo vi. Vi el poder de sus caderas.
Vi lo que me habían enseñado a ignorar, el poder del cuerpo de una mujer
cuando está animado por dentro.
Entonces vi por segunda vez lo que me habían enseñado a ignorar, el
poder que hay en el cuerpo.
El poder cultural del cuerpo es su belleza, pero el poder que hay en el
cuerpo es algo extremadamente insólito, pues casi todas las personas lo han
alejado de sí con las torturas a que someten la carne o con la vergüenza que
ésta les produce.
Para algunas mujeres el aire, la noche, la luz del sol y los árboles son
unas necesidades imprescindibles.
Otras sólo se pueden saciar con las palabras, el papel y los libros.
Para otras, el color, la forma, la sombra y la arcilla son necesidades
absolutas.
Algunas mujeres tienen que saltar, inclinarse y correr, pues sus almas
ansían bailar. Otras
sólo ansían la paz.
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