La danza, desde sus orígenes, es una actividad psicofísica.
El hombre antiguo percibió los efectos catárticos de la practica corporal y la
utilizo como fuente de la comunicación, creación y sin duda, de expresión de
sus sentimientos mas profundos.
Descubrió sus propias sensaciones a partir del
ejercicio de esta actividad, cuerpo, mente y espíritu siempre estuvieron unidos
desde los inicios. El entendimiento de que el cuerpo podía ser utilizado como
instrumento para conectarse consigo mismo, y de que la repetición de la
actividad corporal con el propósito expresivo acercaría al hombre a sus
ancestros, luchas y glorias, era evidente.
En la actualidad buscamos cada ve más acercarnos a los
conceptos originales, curiosamente parece que tenemos que hacer un esfuerzo por
integrarnos y volver a ser quienes siempre fuimos.
Para mí la danza oriental ahora mismo es mi
reencuentro y curioso es que una persona especial que conocí en una clase de
danza que yo impartía en Worthing, Reino Unido, es quien ahora me animas a reencontrarme
conmigo misma s través de la danza.
La vida es una ruleta, está llena de sorpresas. Esta
amiga especial ahora es una gran bailarina, es profesora de danza y siente con
gran pasión la música y danza. Yo empiezo a revivir la danza gracias a ella y a
su compañero de vida, su marido al cual también admiro, los dos son personas importantes
en mi vida.
La danza para mi es una herramienta de retorno a uno
mismo. Los movimientos internos característicos de esta práctica me ayudan a
estimular este reencuentro y me recuerdan la libertad, me muestran mis alas avisándome
de que aún puedo volar.
Creo firmemente que la danza oriental se basa en el
amplio estudio del cuerpo humano, no solo desde la anatomía sino también desde
su geometría, sus centros vitales, sus dimensiones, sus alineamientos y
equilibrios.
Forma la armonía corporal y el desarrollo de la
conciencia del cuerpo actúa directamente en nuestro bienestar psicofísico.
Por ello os animo bailar, aumenta nuestra capacidad
perspectiva, nuestra consciencia corporal, nuestra fuerza vital y permite que
nos expresemos cada vez con mayor libertad.
Estoy en el camino hacia la libertad de SER, del AQUÍ
y del AHORA.
La danza es LIBERTAD, es AMOR y amor somos todos.
“EL HOMBRE SABIO BUSCA LO QUE DESEA EN SU INTERIOR, EL
NO SABIO, LO BUSCA EN LOS DEMAS” (Confucio)
Con esta frase os invito a que reflexionéis acerca de
las fortalezas que tenéis.
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