Nuestro estado de ánimo viene determinado por una serie de sustancias
neurotransmisoras presentes en nuestro sistema nervioso central. Con alguna
carencia nos afectaría a nuestro estado de ánimo e incluso nuestra forma de ver
el mundo.
Os recomiendo este libro de Biología de las pasiones de Jean Didier Vincent.
Entre todos estos neurotransmisores la serotonina es muy importante y
deberíamos de ser conscientes de ello ya que su presencia en nuestro cerebro es
la que nos hace sentir bien.
Una presencia de serotonina en las proporciones adecuadas nos eleva el
estado de ánimo y la sensación de placer, evita la depresión, nos permite
sentirnos mejor y ver todo de un modo mucho más positivo. Ahora que ya sabéis
la importancia de la serotonina en vuestro cerebro, os animo a que podáis
nutrirlo bien de serotonina al igual que nutrís vuestra piel en verano y os
empapáis de crema pues Animo!!!!!! Vamos a empaparnos de serotonina!!!!! Así
tendremos una mejor calidad de vida.
Aquí tenéis unos cuantos consejos: Por mi propia experiencia os puedo
garantizar que funciona. Yo lo he experimentado durante doce meses y siento un gran
cambio con mejor calidad de vida ,con un ánimo mucho más estable y con mas energia
positiva.
Evitar situaciones estresantes: El stress
provoca que se pongan en marcha corticoides que producen efectos contrarios a
la serotonina
Mantener la calma: Si por nuestras circunstancia
vitales nos es imposible evitar situaciones estresantes, entonces lo mejor es
analizar la situación con la máxima distancia posible en intentar no
implicarnos emocionalmente, o al menos que dicha implicación emocional sea lo
más leve posible. El objetivo es rodearnos de calma a la mínima oportunidad
aunque solamente sea por unos segundos
Dormir las horas adecuadas: Procurar siempre dormir entre
7 y 9 horas al día. Una de las funciones de la serotonina es la de regular el
ciclo del sueño mediante la síntesis de melatonina. Un desajuste de nuestro
ciclo de sueño-vigilia puede producir carencias de serotonina.
Practicar ejercicio: El ejercicio físico estimula
la producción de serotonina por parte del cerebro. Un mínimo de media hora al
día de ejercicio físico son un estupendo remedio antidepresivo. Son
especialmente adecuados los deportes aeróbicos y que no produzcan demasiado
stress en el cuerpo.
Dieta rica en triptófano: No podemos enviar serotonina
adicional directamente a nuestro cerebro pues la barrera hematoencefálica lo
impide pero sí podemos provocar su generación de forma indirecta a través de
una dieta sana y rica en triptófano ya que este aminoácido es un elemento
esencial para la liberación de serotonina.
Aquí os menciono alimentos que con importantes cantidades de triptófano.
- Legumbres: lentejas, soja, guisantes, habas, judías o garbanzos entre otras
- Cereales: Trigo, avena, mijo, maíz, centeno o cebada
- Verduras y hortalizas: espinacas, espárragos, lechuga, berenjenas, zanahorias, pepinos o tomates entre otros
- Frutas: fresas, frambuesas, arándanos, naranjas, melocotones o uvas entre otras
- Frutos secos
- Carnes: Especialmente la de pavo, pollo y el jamón
- Pescados: especialmente el azul como la sardina, la caballa o el atún
- Otros alimentos: El queso (especialmente el curado, el tofu o el chocolate negro 100% cacao o al menos a partir de 85%)
Procurar hacer, al menos, dos cosas al día que nos ilusionen: Darnos alegrías es un estimulante para la producción de serotonina así
que hemos de obligarnos a darnos un par de ilusiones al día aunque sean
pequeños actos cómo abrazar a un amigo, dar un paseo, leer un buen texto,
escuchar música o comernos un helado de chocolate negro y que además nos
proporcionará triptófano.
Hacer el amor: la práctica de sexo –en
compañía o en solitario- siempre que sea no compulsiva, eleva los niveles de
serotonina antes, durante y después de la actividad. Si se hace de forma
compulsiva entonces provoca ansiedad y ya tenemos los corticoides en lugar de
la serotonina.
Respiración abdominal: Este tipo de respiración nos
ayuda a serenarnos y la serenidad aumenta los niveles de serotonina en el
cerebro.
Meditar: La meditación es una fuente fantástica de estimulación
de producción de serotonina. Mientras más experiencia se gana en la práctica de
la meditación más uniforme se mantienen los niveles de serotonina.
Reír: Algo tan sencillo cómo reírse libera serotonina en el cerebro. No hace
falta decir que cuanto más riamos, mejor.
Escuchar buena música: está más que demostrado que
la buena música estimula la generación de serotonina
Ayudar a los demás: Demostrado, ayudar al prójimo
es una excelente forma de liberar serotonina siempre y cuando prestar esa ayuda
no se haga de forma forzada y no suponga un prejuicio mayor para nosotros
mismos.
Si os interesa el tema de la alimentación en función de calidad de vida,
aquí tenéis un par de links que seguro os serán útiles. Yo he aprendido mucho
con una buena Naturopata me ha dado pautas a seguir y he asistido a talleres de
alimentación sana. Ha sido muy interesante y hoy comparto con vosotros este
poquito del mundo de la nutrición. Tambieen he apostado por estos cursos on
line de diferentes universidades muy interesantes.
El triptófano
Free
online courses. Cursos Gratuitos.
(Courses provided by various UK universities
under the leadership of the Open University).
(courses
provided by Harvard and others)
(audio and video learning)
Aquí
comparto una entrevista a Jean-Didier Vincent
domingo, 28 de marzo de 2010
La biología de las pasiones y la Universidad
digital francófona son dos áreas de interés del eminente científico y profesor
Jean-Didier Vincent , gran divulgador de los últimos descubrimientos sobre el
cerebro humano.
Suele decir que "el hombre es el más apasionado de los animales".
¿Por qué?
Jean-Didier Vincent : Hace 550 millones de años se produjo una gran revolución
entre las especies: la aparición de los vertebrados. Al contrario que los
invertebrados, estos animales poseen un sistema nervioso ligado al cerebro.
Éste último está situado en la parte frontal de la cabeza, donde se centralizan
la mayoría de los sistemas sensoriales: vista, oído, olfato, gusto, etcétera.
Este sistema les permite sentir lo que sucede en su cuerpo: sed, hambre,
sufrimiento...Todo ello transforma su comportamiento. Con el tiempo, los vertebrados
(primero el pez, después el anfibio, el reptil, el pájaro, el mamífero, el
primate, el mono, y por último, el hombre), desarrollarán estrategias para
satisfacer estas necesidades corporales. Ya no sienten sólo sensaciones, sino
también sentimientos.
A lo largo de la evolución, las especies se dirigen hacia más emociones, las
cuales alcanzan su punto álgido en el hombre, en el que pueden transformarse en
pasiones. La pasión es la conciencia pensada de la emoción: mi emoción, soy
capaz de leerla en la fisonomía del otro y esta "lectura" se piensa
sobre lo que yo mismo siento. Soy un individuo, un ser totalmente singular
porque soy capaz de conocer lo que el otro siente (odio o amor) a través de mi
propia emoción, y expresarla. Por eso "el hombre es el animal más
apasionado".
¿Qué lugar ocupa la libertad en el hombre si está gobernado por sus pasiones?
Según los actuales defensores del creacionismo y su intelligent design, el
hombre es la criatura, el producto, el juguete de un capricho o de una inteligencia
superior. En este caso, la libertad no existe. La biología nos enseña
exactamente lo contrario. El hombre es el más individualista de los animales.
Lo propio del ser humano es estar abandonado a sí mismo, y siempre posee un
cierto grado de libertad. Aunque esté desbordado por su emoción, o cegado por
el odio, un asesino siempre puede elegir no atacar. Esta libertad es la que
hace la dignidad de ser una persona.
Es cierto que se trata de una libertad vigilada. El grado de libertad de un
recién nacido irakí solo en el mundo después del bombardeo de su ciudad no es
fabuloso. El ser humano es "antropótrofo": se alimenta del ser
humano. Un niño educado completamente solo desde su nacimiento, sin que su
mirada se cruce con la de otro ser humano, nunca será un hombre. Necesita que
su madre le hable, lo palpe, que, de una manera u otra, le haga sentir que le
quiere, que está ahí. De igual modo, no podrá hablar por sí mismo, aunque su
cerebro esté programado para esta función.
Para hacerse persona, el niño debe sumergirse en un baño de humanidad según una
verdadera trayectoria: paso de la imitación del otro a la de sí mismo, y de
esta a la conciencia de sí mismo. Todo se construye con la ayuda de los demás.
¿Su sed de ciencia sigue siendo inextinguible?
Un científico lo es toda su vida. Me he jubilado del CNRS, pero sigo postulando
nuevas teorías. Actualmente trabajo en la olfación, un sentido un tanto
ignorado. La olfación tiene una propiedad particular, que no comparten los
demás sentidos sensoriales: está dotado de plasticidad y de capacidad de
neurogénesis (dar nacimiento a nuevas neuronas).
Durante mucho tiempo se creyó que nacíamos con un número determinado de
neuronas, de células tan especializadas que no podían dividirse, estando
abocadas a la desaparición de forma ineluctable. Recientemente nos hemos dado
cuenta de que cada día, cientos de miles de nuevas células neuronales se crean
en el interior del cerebro. Después viajan a través de la parte avanzada del
cerebro (que sirve a la olfación) y reemplazan las antiguas neuronas en el
bulbo olfatorio. Es probable que otras zonas cerebrales, en concreto aquellas
asociadas a la memoria, también experimenten esta renovación. Así, el cerebro
no es algo paralizado, condenado a un declive irreversible.
¿Tiene otros proyectos?
Hace tiempo que voy regularmente a África, donde intento levantar la
Universidad digital francófona mundial, una iniciativa del jeque malí Modibo
Diarra, un antiguo navegador interplanetario de la NASA. Gracias al satélite,
los estudiantes reciben en directo cursos de profesores instalados en Francia,
con quienes pueden hablar en tiempo real a través de una pantalla gigante. Se
trata sobre todo de formar profesores o enfermeras en las zonas subsaharianas.
Ellos son la clave de un nuevo inicio para este continente sacrificado.
France Diplomatie
Label France N° 62
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