lunes, 14 de marzo de 2016

GOTAS DE PLATINO


Gracias por haber abierto el manantial del tesoro
Por haber dado el permiso al placer y salir como un tsunami

El rompía su ropa con la fuerza varonil, ella disfrutaba en sedas y jazmín

Jugaban en la mesa, en suelo, en el sofa pero sobre todo en el espejo.

Hipnotizados por las miradas excitadas, las mordidas desenfadadas

Se entregaban en  libertad,  en plenitud, en lo más alto y así empezaba a derramarse

Las gotas de platino mezcladas con diamantes divinos.

Sus brazos fuertes la agarraban por sus caderas pudientes

Mientras sus voluminosos pechos rozaban su piel excitada

Preparándola para el oleaje que se adentraba, llegó como una explosión,

Fue una bendición divina espiritual,  juntos llegaron al altar

Casi no podían respirar, se ahogaban en el placer de querer siempre volverse a ver...



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