Abres los ojos y observas el áspero contorno del pezón en contraste con el resto del cuerpo. Te envuelves de nuevo por la oscuridad y tu imaginación te lleva a un camino de exploración y admiración por la geografía femenina.
La luz vuelve y ahora te centras en el jugueteo de una lengua rosada que combina con el fuerte magenta de unos labios empapados en saliva.
Al cerrar de nuevo los ojos, tu mente recrea cada aspecto de la imagen que ha visto, y le permite expandir ese universos hasta donde la imaginación, el erotismo y el morbo lo permitan.
No hay dos caminos iguales ni dos historias contadas de la misma manera.
Para ti, ¿qué representan estos detalles femeninos?
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