Definiéndola
en un solo párrafo, lo más relevante sería decir que se trata de una Psicología
que fue cobrando cuerpo desde fines de la década de 1960, como continuación
natural de la Psicología Humanista (Maslow, Rogers, Frankl y otros), haciendo
hincapié (en sus conceptos y sus técnicas) en ayudar al mayor despliegue de la
persona, incluyendo en ello su búsqueda de un Sentido Trascendente en relación
a la realidad y a su propia vida.
Así
empezó a nacer otra Psicología: otra
manera de concebirse a sí mismo y a los demás, otro encuadre para trabajar en
la práctica clínica (más sensible y cercano), otra apreciación de los recursos
con los que un individuo puede contar para expresar su singularidad y un bagaje
de herramientas para apoyar esa expresión fundamental.
En los
años ’60 suceden distintos hechos que modificarían para siempre a Occidente:
desde la guerra de Vietnam a los movimientos pacifistas, la invasión china al
Tibet con la diáspora de sus habitantes, el advenimiento de conocimientos desde
Oriente (la Meditación, el Yoga, el Tai-Chi, otro paradigma de la medicina…)
fueron preparando el terreno para que aconteciera esta necesidad radical: la de
incorporar a la Psicología el aspecto espiritual del ser humano (minimizado por
el paradigma clásico, y muchas veces visto, inclusive, como una patología).
Tan
complejo sigue siendo este punto que hasta la palabra “espiritual” suena
escurridiza y difícil de decir. Podemos referirnos a ella señalando la búsqueda
de un Sentido Trascendente, que va más allá del intelecto y del ego, y sin el
cual la vida se vuelve árida y asfixiante, o bien chata y sin vuelo.
Esta
Psicología fue formalmente instaurada por Abraham Maslow y Anthony Sutich en
1969 con la publicación del Journal of Transpersonal Psychology, seguida
de la fundación de la Association for Transpersonal Psychology en
California (EEUU) en 1972. Posteriormente, destacados terapeutas e
investigadores fueron desarrollando sus principales conceptos. Entre ellos
cabría destacar a Ken Wilber, Stanislav Grof, Frances Vaughan, Roger Walsh,
Charles Tart, John Welwood, y otros.
Dice Frances Vaughan: “La
Psicología Transpersonal nació de la visión compartida de un grupo de
psicólogos que se dieron cuenta de que las teorías psicológicas predominantes
de la época eran demasiado estrechas para hacer justicia a todo el espectro de
la potencialidad humana. Las definiciones de la salud mental se han expandido
gradualmente hasta incluir estados óptimos de conciencia.”
Y también: “‘Transpersonal’
significa literalmente ‘más allá de lo personal’. Con el estudio del desarrollo
humano más allá del ego, la Psicología Transpersonal afirma la posibilidad de
totalidad y autotrascendencia. La trascendencia se explora y manifiesta a
través de la experiencia personal. Una visión Transpersonal de las relaciones
humanas reconoce que existimos impregnados en un tejido de relaciones
mutuamente condicionadas entre sí y con el entorno natural. Por esta razón,
cualquier intento de mejorar la condición humana debe tomar en cuenta los temas
globales, sociales y del entorno.” (De su artículo publicado en “La
Evolución de la Conciencia”, compilado de Editorial Kairós.)
En la configuración de
la Psicología Transpersonal se fueron fusionando conocimientos y técnicas que
ya habían existido en Oriente desde 3000 o más años antes de que Freud naciera:
el Budismo Zen y Tibetano, el Taoísmo, el Sufimo, la Vedanta, y también la
sabiduría de pueblos originarios de América, generaron técnicas y conceptos
referidos a cada aspecto del psiquismo humano: las emociones, su relación con
el pasado o el futuro, el vínculo con su cuerpo, sus sueños, su interacción con
los demás y con una concepción más grande de lo que la vida pueda significar…
Ya Carl Jung (1884-1961) había señalado la importancia de estos antiguos
conocimientos para completar la visión del ser humano de este tiempo, (visión
sin la cual cualquier Psicología o cualquier terapia queda truncada en su
núcleo más vital).
Los
recientes aportes de las Neurociencias, en este trayecto, han sido decisivos
para lograr una constatación biológica de cómo las antiguas técnicas de Oriente
tienen un valor innegable. (Valga como muestra las reuniones que el Mind
& Life Institute de
Estados Unidos genera para que el Dalai Lama y científicos de distintas
disciplinas intercambien conocimientos, publicando sus hallazgos en libros y
videos, hoy en día accesibles a quienes quieran ampliar su mapa de la
interioridad humana.)
Hoy en día,
el enfoque Transpersonal se ha expandido por los cinco continentes,
irradiándose a través de Asociaciones y Centros de Estudios en distintos países
del mundo.
Diferenes
Universidades de avanzada han incorporado este paradigma a la currícula de sus
carreras, y se ha vuelto el marco de trabajo de profesionales y científicos de
las más variadas áreas, a tal punto que los congresos y convenciones que reúnen
a quienes adscriben a este paradigma, convocan a terapeutas, científicos,
filósofos, educadores y hasta a líderes religiosos de los más variados
sectores, en consonante búsqueda de lograr un enfoque integral del
conocimiento humano.
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