viernes, 29 de abril de 2016

CRECE DESDE EL CORAZON


La autoestima es la valoración que tú haces de ti mismo y, por tanto, no debería depender de nadie. En este sentido, es un error caer en la trampa de echar balones fuera y culpar a otras personas o agentes externos de dicha valoración pues, con ello, lo único que conseguirás es perder tu poder e influencia sobre ella. En general, podemos decir que la autoestima está influenciada por tres factores, que son:

 

1. Lo que sabes de ti mismo. Un aspecto completamente observable en el que juega un papel fundamental la interpretación. Por ejemplo, si consideras que tienes pocas habilidades sociales, puedes partir de la premisa de que eres una persona vergonzosa y asumirlo o trabajar por interactuar más con los demás. En definitiva, una mera cuestión de superación.

 

2. Valoración de lo que sabes de ti mismo. Esta valoración ha de ser realista y sin juicio. En líneas generales, puedes definir este punto valorando cada aspecto de ti a través de una especie de formulario en el que las soluciones sean, por ejemplo, me disgusta, quiero cambiarlo, estoy contento y me hace feliz.

 

3. ¿Dónde quieres llegar? Lo que funciona no hay que cambiarlo. Si eres tímido, pero estás contento con ello, déjalo estar. Si no, trabaja para modificarlo y permítete estar mejor contigo mismo.

 

La observación y la aceptación, al igual que ocurre con dejar de lado las opiniones de los demás, son las principales claves para mejorar la autoestima y tener una mejor salud emocional.

 

No tengas ninguna duda de que tu propia autoestima depende, única y exclusivamente, de ti mismo. De hecho, apoyar este concepto clave de la salud emocional en factores externos es un grave error que puede traer consecuencias muy negativas para ti. Y es que, ¿alguna vez te has sentido como una marioneta sin rumbo fijo en la vida al no conseguir la aprobación de tu entorno en algún tema determinado? Seguramente sí, aunque no debería ser así.

 

Y es que, cuando dejas de luchar contra aquello que te disgusta y te aceptas como eres, puedes utilizar esa energía en cosas positivas para ti.

De hecho, puede que, simplemente, con quererte tal y como eres, tu estado mental cambie positivamente. Además, cuando llegues a ese punto, te darás cuenta de que si algún agente externo ha hecho cambiar la valoración que haces de ti mismo, es exclusivamente porque tú lo has permitido.

 En definitiva, todo depende de ti

Hagamos todos un esfuerzo por mejorar.

Un abrazo a todos aquellos que se esfuerzan en seguir creciendo de una forma saludable y siempre desde el corazón.

 

 

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