La princesa vio una
piedra aparecer, la princesa estaba traviesa y la quiso coger.
Te miro entre
zafiros, diamantes y platino y alucino con tu brillo al tocar mi rostro divino.
Y comprendo bien el dicho, de no hay verdad ni mentira. Que depende del
color en el cristal con el que se mira.En el reflejo del espejo puedo ver tus dedos impacientes que juegan con los botones de mi pecho, provocando un estallido de humedad en ese lugar cálido de mi intimidad.
Buscando tu boca, esos labios carnosos con sabor a miel, ese pequeño océano donde se pierde tu lengua naufragando en oleadas de placer y gemidos de pasión en nuestro eterno rincón.
Tus ojos y los míos intercambian la mirada, se reconocen y olfatean los animales salvajes, ella se convierte en río, en lluvia, en prisionera de sus ansias.
El es música, tonos altos y bajos con un toque de amor bailan despacio sin prisas pero con risas, explorando el camino de la bendición siempre con un toque de pasión.
El principe y la princesa deciden jugar y visualizar un partido juntos, disfrutan su compromiso y se pasan la pelota jugando una y otra vez hasta meter...
GOOOOOOOOOOOOOOOOOOLLLLLLLL!!!!!
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