El silencio. Ninguna mirada los persigue, ningún grito
los asusta, ninguna ambición los desvela. Mientras tanto le basta el calor de
su piel, su presencia, la sombra vertical de su cuerpo, sus curvas, sus grandes
pechos, que vista sexy, es la manecilla de la brújula que lo orienta en el
desierto.
El desierto necesita lluvia, el agua es su alimento y el
camina para transportar su bebida.
Ella necesita beber bajo la lluvia en el inmenso desierto
en el silencio. El adora saciar su sed…beben juntos cada gota que cae…
Ella continúa acurrucada en sus brazos, dentro y fuera del
mismo olor: Dulce Olor. Las miradas son intensas, el cuerpo desnudo de él
tendido a su lado con todas las cicatrices a la vista. Una historia de amor.
Sobre todas las cosas, el cielo imperturbable…El Sol a lo lejos que brilla y
que da luz a su camino…Camina juntos cogidos de la mano y comparten sus mayores
fantasías… ‘¿te dije alguna vez, que soy feliz?' Acepto como eres, ni el amor
el perfecto…
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