MUJERES QUE DEJAN HUELLA

MUJERES A RECORDAR

La lucha de las mujeres por obtener derechos y reconocimiento en una sociedad dirigida por la figura masculina durante cientos de años, no ha sido tarea sencilla. Actualmente, los caminos hacia el empoderamiento femenino han crecido y es más común ver a mujeres dirigiendo empresas, siendo grandes atletas, reconocidas científicas o escritoras imparables.

En esta ocasión te presentamos a cinco mujeres que cambiaron la forma en la que la figura femenina se percibía y que, para su época, fueron ejemplo de perseverancia y búsqueda de un lugar y reconocimiento en la sociedad.


Maud Wagner

Es conocida por ser una de las primeras mujeres tatuadoras de Estados Unidos. En sus inicios fue contorsionista de circo, pero tenía un gran interés por el mundo del tatuaje que en ese entonces estaba restringido a ferias ambulantes. Al principio, su objetivo era conocer a un artista de este arte que le enseñara el oficio. En 1904 Maud conoció a Gus Wagner :“el hombre con los tatuajes más artísticos de toda América”, con quien aceptó salir para que le enseñara a dibujar sobre la piel de las personas. Se casaron, tuvieron una hija y fueron reconocidos por sus increíbles diseños y tatuajes a mano; su legado va más allá del diseño y la tinta, pues los tatuajes que realizó en su propio cuerpo hacen que se distinga como una mujer dispuesta a abrirse camino en un ámbito que sólo estaba reservado para hombres.

Annette Kellerman

A principios del siglo pasado existía el trabajo de “medidor de bañadores”: hombres que trabajaba en las playas revisando que los trajes de baño femeninos cumplieran con los criterios de decencia establecidos por la época. Annette Kellerman, una nadadora profesional nacida en Australia en 1886, defendió el derecho de las mujeres de llevar trajes de baño de una sola pieza, tanto que en 1907, cuando se encontraba en una playa de Massachusetts vistiendo un traje de baño de punto ceñido con mangas hasta los hombros y pantalones que terminaban por encima de sus rodillas, fue reportada y encarcelada por llevar ropa indecente; tiempo después este estilo de bañador llegó a conocerse como “Annette Kellerman”.

Ada Lovelace

La Condesa de Lovelace, hija del poeta romántico Lord Byron, es considerada la primer programadora de la historia por crear el primer algoritmo en ser procesado por una máquina; también trabajó en el diseño de la Máquina Analítica, que era capaz de desempeñar casi cualquier secuencia de pasos lógicos, siendo el primer programa de ordenador de aquellos tiempos. Como sucedió con muchas mujeres de su época, el trabajo de Lovelace fue olvidado durante años. En 1953 se reconocieron las notas de Ada como una descripción del software, cuyos algoritmos eran capaces de calcular números de Bernoulli, que son la sucesión de números racionales con profundas conexiones en teoría de números.

Melitta Bentz

La mujer a quien le debemos nuestro delicioso café matutino. A principios del siglo XX, cansada del café amargo y grumoso, ideó mejoras en el proceso de filtrado para hacer de su preparación algo práctico y a la vez un verdadero placer. En la actualidad su compañía sigue siendo líder en la producción de filtros para café, pero además de fundar ésta, sin más empuje que su propio esfuerzo, creó un entorno en el que sus empleados eran tratados con ecuanimidad y justicia laboral.


Kathrine Switzer

“Ninguna mujer puede correr un maratón”, fue lo que le dijo su entrenador a Kathrine, la primera mujer en correr el maratón de Boston con número en 1967 ; en aquellos años aún se pensaba que la mujer era incapaz de completar 42 kilómetros corriendo. Kathrine obtuvo su registro como KV Switzer, ya que era una carrera sólo para hombres; durante todo el trayecto contó con el apoyo del público y sus compañeros, pero hacia el final de la carrera escuchó que alguien se acercaba corriendo detrás de ella, era Jock Semple, director del maratón, quien intentó sacarla de la ruta mientras le gritaba “¡Fuera de mi carrera!”;otros competidores y su novio y su entrenador la ayudaron a esquivar a Semple y a cumplir su objetivo de terminar el maratón, no sin antes dejar un gran ejemplo de consistencia y perseverancia.

Esta mujeres nos muestran que no hay razones para rendirse cuando se tiene un objetivo; la fuerza que radica en cada una y las ganas de trascender son una combinación que puede dar grandes triunfos.